Orinoco 6, hacia el Orinoco


Por si te perdiste el anterior capítulo de Foto expedición Orinoco puedes leerlo en Orinoco 5,  más río Bita.

Desde la noche anterior empezamos a recoger campamento y por lo mismo nos levantamos temprano para finalmente dejar el sitio como lo encontramos, totalmente limpio y sin rastro de nuestra presencia, como debe ser. Toda la mañana desmontando y revisando una y otra vez el terreno para no dejar nada, pues no volveríamos. Y en el fondo de mi mente todavía buscaba las respuestas a la voz del Bita.

Yo sin entenderlo todavía subí con tristeza mi morral a la canoa. También yo subí y preparé mi equipo de fotografía, ya sabía que el río ofrecía muchas oportunidades para hacer fotografías. Y el río Orinoco con su grandiosidad me recibió.

— Ya conociste a uno de mis hijos, ahora conóceme de verdad y entiende mi misterio — decía con su voz  de agua, arena y viento.

Y sin decepcionarme me empezó a presentar muchas oportunidades de sumergirme en su misterio y hacer fotos.


Garza real a la orilla del río Orinoco, del album Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

Otra garza real, un metro de altura de elegancia y paciencia.

— Son esos monos extraños de los que he oído hablar en el río — Se explicaba, pero sin darnos mayor importancia.

Se ven muchas garzas y otros animales a la orilla del río lo cual alegra mucho el corazón. Pero no sólo animales sino también paisajes se presentan como partes del misterio.


Rocas y río 4, del album Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

Muchas rocas, marcadas por los distintos niveles del río, acompañadas de suave arena y al fondo selva verde. Son rocas milenarias pues pertenecen al Escudo Guayanés, una de las formaciones más antiguas de la tierra y que va desde las guayanas, abarcando la mayor parte de Venezuela y se sumerge debajo de los Andes en Colombia. Es la base que sustenta el río Orinoco, es su estructura, su esqueleto, y el río es su sistema circulatorio. La belleza de éstas formaciones nace de su antigüedad y de la paciente erosión del río que cual artista también tiene sus expresiones abstractas.


Rocas y río 5, del album Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

Y algunas veces estos cuadros-esculturas no solo son estáticos sino que están adornados, cual remate, por la vida.


Caracara en la roca, del album Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

Y casi inmediatamente tuve que cambiar el lente a la cámara, pues las aves se empeñaban en ser más llamativas que el paisaje.


Picotijera en vuelo 1, del album Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

Un picotijera o rayador americano estaba haciendo gala de su destreza al volar.


Picotijera en vuelo 2, del album Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

— Soy muy bello al volar, admira mis alas, los giros y mi destreza.

Pero no era para nosotros para quién hacía semejante demostración.


Dos picotijeras en vuelo de apareamiento , del álbum Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

Estaba coqueteando con otro picotijera, el juego previo a hacer el amor.

Pero no eran los únicos que estaban haciendo gala de sus pericias voladoras.


Gaviotín picudo volando, del álbum Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

— Necesito encontrar algo de comer — decía nerviosamente el gaviotín picudo mientras volaba sobre el río.

Y toda esta belleza no me habían preparado para lo que vendría después. Pero eso te lo contaré en el próximo capitulo.

El siguiente capítulo Orinoco 7, piedras de Botero.
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