Orinoco 12, atardecer en Isla Santa Elena


Por si te perdiste el anterior capítulo de Foto expedición Orinoco puedes leerlo en Orinoco 11, Raudal de Atures.

De vuelta a la Isla Santa Elena seguíamos con el sol en todo su esplendor, o sea que nos estábamos asando y eso que la velocidad de la lancha hacía que sintiéramos un fuerte viento, pero este estaba acompañado por arena que servía de exfoliante sobre cualquier parte expuesta de nuestra piel. El silencio se apoderó de la lancha tal vez por que la visión del Raudal de Atures nos dejó abrumados, quedamos en un estado contemplativo. Eso nos sirvió para ver más profundamente los paisajes del Orinoco.


Piedras descansando en el río Orinoco, del álbum Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

— ¿Abrumador o la realidad de mi naturaleza? — decía el Orinoco, esta vez, quedamente.

Hicimos un alto en Isla Colombia donde disfrutamos de un baño en el río, sus aguas se sentían frías y por tanto deliciosas. Después disfrutamos también un delicioso almuerzo de pescado asado a las brazas, mientras los mosquitos se alimentaban de nosotros. Y creo sin temor a equivocarme que les perecíamos tan deliciosos como a nosotros los pescados.

A eso de las cuatro comenzamos el regreso a Isla Santa Elena. De igual forma la arena del río nos sometió a su exfoliación gratis.

Cuando llegamos a Santa Elena, casi al atardecer subimos al «Alto del Muerto» a ver el atardecer.


Río Orinoco al atardecer, del álbum Orinoco, originalmente cargada por Luis Alejandro Bernal Romero, Aztlek.

Nos acostamos temprano por los exhaustos que estábamos. Pero al día siguiente nos levantaríamos muy temprano para celebrar el amanecer, pero eso, te lo contaré en el próximo capitulo.

El siguiente capítulo Orinoco 13, amanecer en Isla Santa Elena, ¡Nutrias! y la serenata del sinsonte.