Es innegable las propiedades poéticas del bambú y particularmente de la guadua. Cuando vi que la guadua estaba al viento y la increíble imagen que estaba produciendo, no pude aguantarme y hice como unas diez fotografías. Con diferentes encuadres, con diferentes acercamientos. Una de ellas era ésta y no pude resistirme pasarla a blanco y
negro para que se pareciera a esas pinturas japonesas a la tinta que tanto me gustan.