Definitivamente soy un privilegiado con los atardeceres que se pueden ver desde mi ventana. Pero, lo que más me gusta es poderlos compartir.
Hace un momento estaba hablando con mi amiga Maria T sobre si había visto los colores del atardecer y ella me dijo que no. Yo le dije, no hay problema, le tomé fotos, así puedo compartirlo contigo y los demás.