Es el inicio, el borde del bosque. Éstos bosques atrapan las nubes y las convierten en agua, las condensan. Cuando uno encuentra un sendero entre uno de esos bosques pareciera que se sumergiera en un cuento de hadas, lleno de hongos, robles y mucha vida. Uno está seguro que a la próxima vuelta del camino se le aparecerá un personaje de esos cuentos.