Si, es el veinte, porque muchos días desde mi ventana puedo observar los fantásticos atardeceres, de mi ciudad Bogotá.
Ésta foto fue premeditada, la estaba esperando, desde que compré el 70-300 mm. Todas las tardes me imaginaba la foto, pero nada, el sol no estaba en la posición con respecto al horizonte y las nubes.
Por que sí, las nubes contribuyen en los colores del atardecer. Cuando hay un cielo totalmente despejado los colores son diferentes, no los que se ven en la foto.
Estaba trabajando y comenzó a llover. Me dije: si la lluvia dura un tiempo más voy a tener un bonito atardecer. Esperé, escampó, quedaron nubes justo en el horizonte y pensé este es el momento.
Tomé la cámara y le puse el 70-300mm. En ese momento comenzaron a verse reflejados los colores en las paredes.
Abrí la ventana y la primera foto que tomé fue esta, pero para asegurarme tomé algunas más. En poco menos de dos minutos el sol de ocultó detrás de la nube que ven y la imagen que quería ya no estaba.
Pero la había tomado. Y esta es la que quiero compartir con ustedes. Espero la disfruten.